No hay mal que por bien no venga
Y recordando la entrada de "todo ocurre por una razón'', me reitero esta vez con algo similar: obtener el lado positivo de todo lo que ocurre, por horrible que parezca.
Cuando nos sucede una desgracia tenemos dos opciones: rendirnos y encerrarnos en el dolor y la rabia, o levantarnos, luchar contra viento y marea, abrir los ojos hacia la nueva realidad disfrutando de la vida con pequeñas dosis de risa e ilusión.
Nada de lo que nos ocurre es completamente negativo, siempre habrá una razón oculta para que ocurra y nos abra un nuevo camino (probablemente un camino mejor si sabemos sacarlo partido), una oportunidad para hacer cosas que no te planteabas o que no hacías porque la anterior situación no te lo permitía, o retomar aquello que dejaste a medias, o descubrir algo que antes no veías porque había vendas que te impedían mirarlo.
A todos nos ocurre, a mí me ocurre, alrededor esta ocurriendo, y observo en distintas personas las dos caras de la misma moneda, y a eso solo puedo responder: si sale cruz, habrá que echarle cara.
Que afortunados somos y que poco nos damos cuenta. Esto que esta pasando no es una razón para llorar y regodearse en el dolor, es una oportunidad para descubrir es una llamada de atención ''¡Ey! que estoy aquí, y tu ahí'', es un nuevo camino por recorrer, o quizá el mismo pero ahora vemos otras cosas, mas cosas porque hemos cambiado de perspectiva. A veces para encontrar nuevos caminos hay que perderse. Atrevete a perderte, ahora, y encontrarte con aires renovados, con nuevas y buenas energías.
Observa todo lo que tienes y antes no apreciabas, disfruta de cada momento, que la vida es ahora y no luego.
Y afronta los problemas cuando vengan, si vienen, porque preocuparse antes o después de tiempo es perder alegría y segundos de vida inútilmente.
Y si llega un mal suceso, recuerda, no hay mal que por bien no venga. Afronta el problema y después extrae la ganancia, el aprendizaje, todas las buenas razones ocultas y las ''pequeñas grandes'' cosas positivas que te esperan si tu estás dispuesto a verlas y vivirlas.
:)
Cuando nos sucede una desgracia tenemos dos opciones: rendirnos y encerrarnos en el dolor y la rabia, o levantarnos, luchar contra viento y marea, abrir los ojos hacia la nueva realidad disfrutando de la vida con pequeñas dosis de risa e ilusión.
Nada de lo que nos ocurre es completamente negativo, siempre habrá una razón oculta para que ocurra y nos abra un nuevo camino (probablemente un camino mejor si sabemos sacarlo partido), una oportunidad para hacer cosas que no te planteabas o que no hacías porque la anterior situación no te lo permitía, o retomar aquello que dejaste a medias, o descubrir algo que antes no veías porque había vendas que te impedían mirarlo.
A todos nos ocurre, a mí me ocurre, alrededor esta ocurriendo, y observo en distintas personas las dos caras de la misma moneda, y a eso solo puedo responder: si sale cruz, habrá que echarle cara.
Que afortunados somos y que poco nos damos cuenta. Esto que esta pasando no es una razón para llorar y regodearse en el dolor, es una oportunidad para descubrir es una llamada de atención ''¡Ey! que estoy aquí, y tu ahí'', es un nuevo camino por recorrer, o quizá el mismo pero ahora vemos otras cosas, mas cosas porque hemos cambiado de perspectiva. A veces para encontrar nuevos caminos hay que perderse. Atrevete a perderte, ahora, y encontrarte con aires renovados, con nuevas y buenas energías.
Observa todo lo que tienes y antes no apreciabas, disfruta de cada momento, que la vida es ahora y no luego.
Y afronta los problemas cuando vengan, si vienen, porque preocuparse antes o después de tiempo es perder alegría y segundos de vida inútilmente.
Y si llega un mal suceso, recuerda, no hay mal que por bien no venga. Afronta el problema y después extrae la ganancia, el aprendizaje, todas las buenas razones ocultas y las ''pequeñas grandes'' cosas positivas que te esperan si tu estás dispuesto a verlas y vivirlas.
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