Escribiendo...

Y por si me preguntan
si escribo con el sentimiento,
con la realidad o la ficción,
con la imaginación o el recuerdo,
con las manos echadas a la cabeza
o con el corazón cabalgando sobre el pecho.
Cuando me levanto o me acuesto.
Con el ordenador o con pluma y tintero.

Me aventuro a contestar:
Escribo a ciegas, moviendo letras
de repente, casi sin mirar,
divagando sin fundamento.
Cuando se me cumple un deseo,
me nace una ilusión o escapa un miedo.
Cuando menos me lo espero.
Escuchando música de fondo,
rodeada de mil voces
o en total silencio.
Si me desvelo por no soñar
aunque crea que duermo.
O si la inspiración me viene a despertar
y me espabila con sus locos sentimientos.
Porque sí.
Porque quiero.
Pero ante todo, escribo desde dentro.